Avergonzados


El pastor Itiel nos habla acerca de la vergüenza y como Dios desea sanarnos y restaurarnos.






Adán y Eva tuvieron una conversación peligrosa con la serpiente. Y es así como comienzan todos los desastres en nuestra vida. La serpiente no dice; insinúa. Dice “quizás Dios no es tan bueno como parece”, insinúa que quizás Dios les este escondiendo un secreto detrás de la prohibición de no comer el fruto del árbol.

¿Qué es lo que estaba intentando hacer la serpiente? Sembrar una duda acerca de la bondad de Dios en la mente de los seres humanos.
Ellos experimentan por primera vez la vergüenza. Fue algo terrible para ellos y decidieron tomar control sobre la vergüenza que estaban experimentando.
Fuimos creados con una necesidad fundamental como seres humanos.

Sentirnos conectados con otros seres humanos. Anhelamos verdadera conexión, anhelamos intimidad verdadera.
Dios creó a los seres humanos con una necesidad que ni Dios mismo puede suplir. La necesidad de sentirnos conectados. Adán tenía a Dios en el paraíso, tenía todos los beneficios del paraíso, pero aún así Dios sabía que la soledad de Adán no era buena.

La culpa está ligada al comportamiento, pero la vergüenza está ligada a la identidad.

Pero ¿Cuál es nuestro mayor obstáculo para alcanzar esa conexión tan anhelada con otro ser humano? La vergüenza. Cuando hablo de vergüenza no estoy hablando del miedo a hablar en público o algo parecido sino del dolor que se siente en nuestra identidad.

Existe una diferencia ente la culpa y la vergüenza. La culpa es el dolor que sentimos por algo que hemos hecho, pero la vergüenza es el dolor que sentimos por algo que creemos que somos. La culpa está ligada al comportamiento, pero la vergüenza está ligada a la identidad.
Si hay algo que nos iguala es que todos sentimos vergüenza.

¿Cómo surge la vergüenza dentro de nosotros? Surge al escuchar y creer la voz equivocada. Por eso Dios le pregunto a Adán ¿Quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿A qué voz estamos escuchando? ¿A qué voz hemos dado autoridad para definirnos?

La vergüenza siempre surge en nosotros cuando escuchamos la voz de la serpiente cuyo objetivo es sembrar una mentira en esa parte de nuestra identidad. Creer una mentira le da poder sobre nosotros al mentiroso.


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